lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Como alcanzar mushin?



El concepto de mushin es muy familiar para todos los que practicamos artes marciales y aquellos interesados en el budismo, la cultura japonesa y el zen. Pero ¿Qué significa en realidad mushin? ¿Cuál es su finalidad y aplicación? ¿Cómo se llega a este estado de perfección en las artes marciales?

Primero que nada entendamos el concepto de mushin, de acuerdo con el diccionario de la All Japan Kendo Federation:

Mu-shin
Estado de completa libertad mental en el cual uno no se preocupa por nada. Véase Munen-muso

Munen-muso
Estado espiritual de desprendimiento, libre de pensamientos mundanos. Una condición como de espejo que refleja todo fenómeno. La condición cuando la mente funciona mejor al estar pura, completa y sin distracciones y el espíritu está repleto.

Esta junto con muchas otras descripciones que se le han dado a mushin a lo largo de la historia han dado a esta idea un carácter místico, mágico e inalcanzable. Por lo cual se tiene la creencia de que mushin solo se puede alcanzar a través del entrenamiento arduo, dejando de lado todo lo demás y solo después de muchos años de experiencia. Esto en parte es cierto, pero explicare más adelante el porqué.

Ahora, ¿para qué nos sirve mushin? Como el concepto indica, una mente libre de pensamientos inútiles y distracciones es más eficiente y más receptiva a las cosas que realmente importan. A menudo en el mundo de las artes marciales esto representa la perfección en el uso de las técnicas y l iluminación hacia “el verdadero camino del guerrero”. Al entrar en mushin, nuestro cuerpo y mente se sincronizan, y podemos dominar todas nuestras capacidades, lo cual finalmente resulta en la meta fundamental de todo artista marcial, el completo control de uno mismo. A su vez, al estar más receptiva y abierta la mente, podemos percatarnos en un mayor espectro de las cosas que nos rodean, el aprendizaje se vuelve fluido y sencillo, ya que nuestro cerebro deja de divagar con tonterías y pensamientos que no llevan a ningún lado. Al menos es así en teoría. Sin embargo, alcanzar este estado de calma y pureza mental y espiritual es más difícil de lo que parece y solo unos pocos logran llegar a este punto, solo unos cuantos adeptos al sendero de las artes marciales llegan a comprender las sutilezas del cuerpo y la mente lo suficiente para conseguir mushin… o ¿no?

En occidente como en oriente, la ficción, las películas, las novelas, videojuegos y la misma gente han dotado a mushin de ese carácter mágico que nos es ya tan familiar. Ejemplos como “tomar el guijarro de la mano del maestro” “ver lo invisible” o “ser uno con la espada” han tornado este concepto en algo engañoso y mucho más difícil de lo que en realidad es. Tan es así que en nuestra vida cotidiana experimentamos mushin y lo que es más, todas las personas lo utilizan. Para entender esto, debemos quitarle el romanticismo y poesía al concepto de “mente vacía” para quedarnos solamente con los hechos. Imaginemos lo siguiente:

Te despiertas por la mañana, te levantas de la cama de la misma manera que lo haces todos los días, caminas al baño orinas, te bañas, te cambias, desayunas, sales de casa y te diriges al trabajo, caminando, en autobús, en automóvil o cualquier otro medio de transporte, sales del trabajo, vuelves a casa y continuas con tu día hasta la hora de volver a dormirte. Claro, durante todo el día tu mente estaba llena de pensamientos y preocupaciones, tus sentidos estaban atiborrados por distracciones de todo tipo y seguramente en el trabajo cometiste uno o dos errores, mantuviste la concentración en lo que estabas haciendo, pensando segundo a segundo como hacerlo… pero te apuesto a que no pensaste consiente mente como poner un pie después del otro para ir al baño, o cual era la mejor ruta para ir del baño a la cocina, tampoco al salir de casa tuviste que pensar ¿Dónde exactamente está el lugar donde trabajo? Y al volver a casa seguramente estabas ahí antes de darte cuenta. Todo eso sin tener que pensar conscientemente en ello, todo con una mente vacía, que estaba más ocupada en calcular las cuentas de los gastos, esa factura que se perdió en la oficina o las piernas de la guapa chica sentada junto a ti en el autobús.

En las artes marciales sucede lo mismo sin darnos cuenta, cuando practicamos un movimiento, una técnica, lo repetimos cientos, miles de veces a lo largo de nuestra práctica. En un principio, nos confundimos y equivocamos, luego aprendemos los pasos y procedemos a corregirlos para después perfeccionarlos, hasta que llega el momento en que lo hacemos de la forma más natural, sin esfuerzo, sin pensar, con una mente vacía… mushin.

Para alcanzar el estado de mushin no son necesarios 50 años de entrenamiento o sesiones de meditación ininterrumpidas por días. Una mente vacía y sin distracciones se logra a través de la costumbre, repitiendo algo y perfeccionándolo con esa práctica hasta que se vuelve tan natural como respirar o caminar, se vuelve parte de nosotros; y eso es algo que hemos estado haciendo desde que nacimos. Todas esas acciones que hacemos a diario sin pensar, por acto de la costumbre, las hacemos en un estado de completa calma y sin distracciones que impidan hacer esa tarea. Si, mientras lo hacemos estamos pensando en muchas cosas más, pero eso es porque esa acción esta tan familiar ya que no necesitamos concentrarnos en ella tanto como cuando lo hicimos por primera vez.
Espero que esta pequeña reflexión haya sido de su agrado y les haya simplificado el concepto de mushin. Disfruten de su arte marcial cual quiera que este sea.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias a este post ahora entiendo el mushin yo antes leía post que ni entendía pero este post me a hecho comprender el mushin gracias.
Cuidese

Unknown dijo...

Una cosa más usted cuánto tiempo le costó logra el mushin.
Yo no peleó y eso peri quiero dominar el mushin

musashi X dijo...

Mushin no es algo que se alcance uniformemente, en cada aspecto de la vida diaria podemos alcanzar mushin conforme lo practicamos y lo hacemos un habito. No es cuestión de tiempo, sino de repetición

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